martes, 10 de julio de 2012

COMO REFORMAR UNA VIVIENDA VIII

EL GASTO EN VENTANAS


Cuando se toma la decisión de cambiar las ventanas suele deberse a que la vivienda es fría, se sienten corrientes de aire, se escuchan todos los ruidos de la calle, las ventanas son antiguas, no cierran correctamente, y enseguida el cliente opta por poner “las mejores ventanas”.




Pero el cambio de la carpintería exterior supone un gasto importante y los resultados no son siempre los deseados. Puede ocurrir que tras colocar la nueva ventana aparezcan humedades, incluso gotas, puede ser que siga haciendo frío porque no se haya aislado la pared en la que se ha colocado, o que no se hayan cuidado los encuentros entre pared y ventana con lo que aparecen puentes térmicos que se traducen en mohos… Eso si, ¡los ruidos de la calle no se escuchan!





Desde DRFORMAS le recomendamos no sustituir las ventanas a la ligera y sin tener en cuenta el control del aislamiento y la ventilación de la vivienda, ya que si no se estudia de forma de global, el cambio de ventanas se puede convertir en un gasto excesivo para el resultado que se consigue.


Las ventanas más caras del mercado si no van acompañadas de un correcto aislamiento y ventilación pueden provocar mohos y humedades.



En DRFORMAS nos preocupamos por averiguar qué ventanas son las adecuadas y lo estudiamos en conjunto con el resto de la vivienda: su orientación, grado de aislamiento, lo que sucede por encima y por debajo, el tipo de calefacción, la ventilación y la distribución para conseguir una casa con un mayor confort, ahorro energético y optimización del gasto.

Buscamos una eficiencia energética que se note en el bolsillo.

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